Miguel Ángel Rojas Arias, periodista, escritor y director de
La Crónica del Quindío, en entrevista a propósito de la celebración del día del
periodista (que se celebra hoy 9 de febrero) reconoce que en Colombia sí existe censura de prensa, que hay periodistas “arrodillados" por la
pauta publicitaria y que a La Crónica le hace falta más crónica.
Por: Adolfo Flórez Garzón
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Miguel Ángel Rojas Arias. Foto: cortesía La Crónica de Quindío. |
A propósito del día del periodista, quise realizar una entrevista a un director de un medio de comunicación de
circulación regional, en este caso del Quindío, para conocer su opinión acerca
del oficio de periodista y de los retos y riesgos personales y profesionales que
éste plantea.
Miguel Ángel me recibe en la oficina de la dirección de La Crónica del Quindío, donde
a esa hora de la mañana y después del consejo de redacción que realiza cada día
con el equipo periodístico del diario, se dedica a leer las
ediciones electrónicas de diferentes medios de comunicación nacionales e
internacionales, los cuales sigue para estar bien informado.
Rojas Arias, de 53 años edad, es un periodista con 36 años de experiencia en la profesión y además es autor de una docena de libros de historia, periodismo y literatura. Desde julio de 2012 ocupa la dirección del diario de mayor circulación regional.
Sin muchos formalismos, debido a su atareada agenda de trabajo, vamos directamente
al grano.
¿Cuál es el trabajo y
la responsabilidad de un director de periódico?
En la dirección hay muchas actividades que tienen que ver
directamente, en su gran mayoría con la actividad periodística y unas pocas con
la parte de tipo administrativo, pero orientadas a mejorar la parte
periodística. Lo primero que hacemos nosotros aquí es mirar con muchísimo criterio
cuáles son las noticias que vamos a publicar, eso lo hacemos todas las mañanas
en un consejo de redacción que se hace a las ocho de la mañana, donde empezamos
mirando la edición anterior para ver qué errores cometimos, qué estuvo mal redactado,
cómo pudieron ser mejor los titulares, dónde, por ejemplo, tratamos de decir
algo y no lo dijimos, qué sucede a veces en algunas noticias que anuncia algo y
finalmente no dijo nada; o sea que lo primero que hacemos es una revisión
general de lo que se publicó en el día. En tanto en la dirección se empieza a
pensar cuál va a ser la editorial del otro día y empezamos a hacer las
consultas pertinentes a través de vía telefónica, casi todas, para conseguir la
información que necesitamos.
¿Es el periodismo del
Quindío, “sumiso, interesado y obsecuente para con los poderes económicos y
políticos” como se pregunta José Nódier Solórzano en su columna de opinión
‘Jóvenes, pobres y pudorosos’, publicada en La Crónica del Quindío el pasado
viernes 1 de febrero?
Yo creo que en gran parte tiene razón el columnista, porque
es lógico, es evidente que muchísimos periodista están entregados al poder
público y están arrodillados al poder público y se arrodillan precisamente por
una pauta publicitaria, por eso pensamos que la libertad de prensa no solamente
es dejarlo hacer a uno en libertad lo que quiera, simplemente es brindarle las
posibilidades económicas para hacerlo con mucha libertad y sin tener una tenaza
a toda hora subyugándolo, porque aquí hay una tenaza tenaz que tiene que ver
con la compra de periodistas, es el tema de ofrecerles favores para que
corresponda con el arrodillamiento a los intereses políticos y gubernamentales,
eso sí sucede, lo que sí tengo absolutamente claro es que esto sucede entre los
antiguos y viejos periodistas como en los periodista empíricos, usted no ve a
un periodista egresado de la Universidad del Quindío (o si hay entre mil uno)
que esté en esas lides, porque son periodista con una mayor responsabilidad
ética, moral y social. Esos casos de los que hablaba José Nódier que me parece
abundan en la región, porque muchos de los periodistas empíricos son unas
personas que algún día, por alguna razón escribieron una nota para un periódico
o una radio y se quedaron ahí y uno encuentra que muchos de esos periodistas
antes fueron mensajeros, conductores, trabajaban de alguna manera en ese medio
y resultaron siendo periodistas, es decir no tienen conocimientos, no tienen
pundonor, no tienen ética, les falta trabajar más el tema de los principios y
los valores y por eso son los periodista que fácilmente caen arrodillados ante
cualquier político o poder económico que le ofrecen, pero creo que en ese caso
y en esos temas no han caído, todavía, la gran mayoría de los periodista
egresados de las universidades.
¿Hay crónica en La
Crónica del Quindío?
Hay crónica pero no hay crónica de forma abundante, digamos
que lo que hacemos de crónica lo hace el director, una o dos veces al mes,
tenemos a dos o tres cronistas por fuera que nos mandan crónicas para el día
domingo, pero tengo que decirlo: es mea culpa, hay poca crónica escrita en La
Crónica del Quindío pero estamos tratando de hacerlo, es difícil, no es fácil
porque el día a día aquí es pura noticia, por eso las pocas crónicas que se
hacen desde el periódico las hace el director o el jefe de redacción, pero casi
nunca los periodista porque no tienen el suficiente tiempo.
Actualmente hay temas
neurálgicos para el departamento del Quindío, como por ejemplo la investigación
que la Fiscalía le abrió al gerente del Hospital Universitario San Juan de Dios
de Armenia por posibles irregularidades en la compra de equipos y
contrataciones, también está el caso del Parque de La Vida, un bello lugar
natural dentro de la ciudad que la gobernadora quiere ceder su administración a
la Lotería del Quindío; el aeropuerto El Edén es otro tema prioritario para el
departamento y la crisis que atraviesa los caficultores por la caída del precio
de carga y los pocos beneficios que el Gobierno ejecuta para ayudarlos ¿qué
papel debe desempeñar la prensa regional en la vigilancia y control de lo
público en los anteriores temas?
Nosotros en todos esos temas y en muchos otros, como lo
puede ver usted en el periódico de hoy (5 de febrero) que tenemos un tema bien
interesante entorno a la forma como hubo un robo público a los usuarios del
servicio de aseo, estamos siempre vigilantes, es decir, si hay un medio que
vigila lo público y que trabaja en la defensa de lo público y lo colectivo es
La Crónica del Quindío. Siempre lo hacemos y digamos que todas las
investigaciones que hay en el tema del Hospital, las publicó La Crónica del
Quindío, de hecho, la Fiscalía y la Procuraduría abrieron las investigaciones
de tipo disciplinario y penal por las publicaciones hechas por La Crónica;
también ha sucedido en muchísimos otros casos, nosotros somos un referente de
las autoridades locales, de la Fiscalía, de la Procuraduría, de la Policía para
abrir investigaciones a funcionarios corruptos y creo que en este momento aquí
no hay un medio que esté publicando más este tipo de temas y que esté
mostrándole a la gente la verdad y que esté escrudiñando e investigando para
ver cómo se manejan los dineros públicos.
La pauta oficial que
se destina a los medios de comunicación impone sobre estos una especie de
autocensura, ¿qué cree usted que se debe hacer para no caer en este sucio juego
que le impide a los lectores conocer la verdad?
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Debido a que en varias ocasiones ha recibido amenazas contra su vida, Miguel Ángel Rojas dice a la mayoría de sus fuentes las debe contactar vía telefónica. Foto: cortesía La Crónica del Quindío. |
Tener criterio. Nosotros tenemos pauta oficial en este
periódico, aquí casi todas las instituciones del Estado pautan con el
periódico, es decir, alcaldías, gobernación, institutos pautan en este
periódico, pero eso no puede ser argumento para nosotros no publicar con
absoluta y total libertad lo que está sucediendo al interior en esas
instituciones. Eso lo dejamos muy claro, la junta directiva lo tiene muy claro,
una cosa es la parte comercial: es un negocio, otra cosa es la parte
periodística, aquí ningún jefe, ejecutivo, de organismo municipal o
departamental o nacional puede venir a decirnos que si no le publicamos tal o
cual noticia o si se la publicamos ellos nos dan o no nos dan pauta
publicitaria; el director del periódico no tiene que ver nada con los avisos o
las pautas publicitarias, eso es un tema de la administración y la gerencia,
nosotros tenemos absoluta y total independencia, en una misma página puede
haber una aviso de la alcaldía y en esa misma página nosotros publicamos una
investigación en contra del mal uso de los dineros públicos en esa misma
alcaldía. No nos callan. Infortunadamente eso sí sucede en el Quindío, ¿por qué?
porque hay gente, sobre todos periodistas que tienen pequeños programas que
subsisten solo de esa pauta oficial y con esa pauta oficial callan a
periodistas, ése no es el caso de La Crónica del Quindío, repito nosotros
tenemos completa y total independencia.
¿Considera usted que
existe censura en Colombia?
Por supuesto. Y una gran censura está dada por la pauta
publicitaria, es decir muchísimos periodistas no dicen lo que deben de decir en
sus medios porque tienen una pauta publicitaria; existe otra que es la amenaza,
muchos periodistas están atemorizados, están amenazados, digamos que unos
directamente y otros no tanto, a quienes les da miedo decir algunas cosas
porque ahí está la delincuencia común, las bacrim, el narcotráfico, la
guerrilla, los paramilitares, pendientes de que se diga alguna cosa que no les
convenga a ellos por lo que un periodista puede caer, infortunadamente, en esa
redada de muerte que hay en el país, en un país donde hay tanta violencia,
donde muchos de los problemas se solucionan matando al otro, por eso en este
país la libertad de prensa no es total, donde estamos amenazados por las armas
que tienen muchísimos actores, inclusive por poderes oficiales, que no permiten
que uno diga lo que uno tiene para decir de la realidad social, porque hay
temores de que lo maten y bueno donde han matado a tantos compañeros y a tantos
colegas, entonces lo que hacemos es cuidarnos un poco, cuidar la vida y eso
implica callarse algunas cosas que uno conoce y eso es censura de prensa.
Precisamente el más
reciente informe sobre el ejercicio del periodismo ubica a Colombia como uno de
los países donde es más peligroso ejercerlo debido a los altos índices de
amenazas y asesinatos a periodistas y es en las regiones donde más se presenta
este fenómeno, el más reciente caso registrado se presentó en el departamento
de Córdoba, donde dos reportes de Al Día fueron amenazados de muerte por la
banda criminal Los Urabeños, ¿para usted, cómo está el Quindío en esta materia?
Igual. En el Quindío en los últimos dos o tres años han
llegado una serie de actores, sobre todo del narcotráfico y de las bacrim,
sobre todo al norte del Valle pero con una gran incidencia en nuestro
departamento. El Espectador publicó la semana pasada cuatro informes de la ruta
de la inseguridad y de la criminalidad en el norte del Valle, empezando por
Cartago, y en ese informe lo que uno ve, es que esto tiene una enorme relación
con el departamento del Quindío, las muertes que suceden aquí día a día, que
son cuatro, cinco, tres, dos, a veces hasta seis persona muertas en el día,
están en un ochenta por ciento relacionados con el microtráfico y gran tráfico
de drogas y en ese sentido eso ha creado muchísimo escozor para los
periodistas, nosotros conocemos de fuentes oficiales y extraoficiales de muchas
cosas, hechos de seguridad sobre todo que no nos atrevemos a contarlas todas
porque puede resultar un peligro para la seguridad, entonces yo creo que en el
Quindío como en todo el país los periodistas están en alto riesgo.
¿En algún momento de
su carrera periodística ha recibido amenazas contra su vida por su trabajo?
Por supuesto. Yo tuve una época muy difícil en la década del
noventa, sobre todo por la incursión que hicieron los grupos de
narcotraficantes a la política, tuve amenazas e intentos de homicidio, alguna
vez estuve en una lista de tres a quienes iban a matar paulatinamente, lograron
matar a uno. En la primera década de este siglo veinte también he tenido
problemas de seguridad, amenazas, un amigo mío que trabajábamos juntos en
investigaciones para esclarecer algunos hechos del robo al erario, lo mataron
junto a mí, el doctor Romel Hurtado. Ha habido muchos casos pero ahora estoy un
poco más tranquilo porque tengo una medidas de seguridad por parte de
organismos del Estado que me han ofrecido, inclusive en algún momento me
ofrecieron sacarme del país, yo dije que no me iba de Colombia ni del Quindío,
pero afortunadamente hoy por hoy, los organismos del Estado me ofrecen un
protección diaria que me parece que es de alguna manera satisfactoria y
evidentemente yo también he tomado unas medidas de seguridad grandísimas, a mi
casi nadie me ve en la calle por la noche, a mí casi nadie me ve solo, soy una
persona muy de la familia, trabajo mucho en la casa, los recorridos míos en la
ciudad son muy pocos hoy en día y cuando lo hago, lo hago con personal de
seguridad por lo que hoy por hoy estoy más tranquilo que en la época del
noventa, donde no sólo recibí amenazas contra mi vida sino que sufrí atentados
que afortunadamente fueron fallidos.
Periodistas que han
sufrido el exilio como Hollman Morris y Daniel Coronell, dicen que es muy
desesperante y agobiante vivir con esa incertidumbre y con esa zozobra de una
amenaza de muerte que en algún momento se puede ejecutar, ¿cómo hizo usted para
sobrellevar esas situaciones de amenaza, sin que digamos, le afectara en el
desarrollo de su trabajo periodístico?
Bueno eso evidentemente sí me afectó muchísimo, inclusive en
la época del noventa tuve que irme por tres meses de la ciudad, pero volví y
seguí trabajando, también tuve en momento en el que me dediqué más a la cátedra
académica y a investigar cosas de historia, son unos pequeños retiros que le
dan a uno un poco de oxígeno en ese tema, pero la dificultad y la zozobra que
se vive es enorme, es grande, sobre todo la de la familia, la familia está muy
pendiente, muy preocupada, los padres, los hijos, la esposa, los hermanos, pero
bueno estamos en este medio, es difícil pero hay que enfrentarlo, nosotros lo
hemos enfrentado tomando todas las medidas de seguridad, yo como le digo hoy
por hoy estoy más tranquilo, más sosegado, trabajamos con mucha puntualidad de
los hechos, siempre tenemos unas fuentes responsables de los hechos, más que
nosotros mismos, es decir, los responsables de los que dicen tratamos de que siempre
sean las fuentes, cierto, que tomen responsabilidad las fuentes de los hechos
que nosotros decimos, denunciamos, etc., más que los periodistas, o sea que con
eso yo creo que ahí hay un amparo, si la fuente es la Procuraduría, la
Fiscalía, la Policía o cualquier otro organismo, que sean ellos los
responsables de lo que están diciendo, no nosotros.
Hace poco, la prensa
y su credibilidad informativa se estremeció con el impasse que protagonizó El
País de España y la publicación de una falsa foto de un Hugo Chávez intubado.
Este error sin duda se debió por el afán noticioso (la chiva) por lo que tanto
pelean los medios, ¿cómo tratar de evitar caer en estos errores que ponen en
entredicho la credibilidad de un medio?
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Miguel Ángel Rojas es uno de los periodistas quindianos más destacados en el ámbito nacional, en reciente informe de el portal web La Silla Vacía, fue catalogado como el periodista con mayor credibilidad en el departamento. Foto: cortesía Canal Telecafé. |
Bueno eso es muy difícil, yo tengo que decir que si yo
hubiera estado en el pellejo de El País seguramente hubiera caído en el mismo
error, porque el mundo estaba expectante sobre la situación del presidente
Chávez y le presentan la foto de un Chávez intubado, en una clínica, pues es
muy atractiva periodísticamente y seguramente hubiera caído en la misma error;
yo lo que creo es que sí hay que tomar unos filtros y unas medidas eficaces
dentro de los periódicos para evitar caer en eso, nosotros aquí la tenemos,
todos los días hacemos una discusión como a las cinco de la tarde, de qué hay y
de cómo esa noticia que va a salir, qué va a pasar con ella, qué va a decir el
público, qué va a decir los afectados, si está la versión de los afectados, si
es completamente cierta, si no es cierta, es decir todo eso lo estudiamos,
sobre todo con el editor, el jefe de redacción y el director del periódico para
mirar que al otro día no tengamos que lamentar de hechos que dijimos y que no
eran ciertos.
¿Para usted es
determinante que la cantidad de dinero que se invierte para una investigación
periodística se ve reflejada en la calidad e impacto mediático?
Yo creo que sí. Si hay buenos recursos económicos es
evidente que la investigación puede resultar mucho mejor, si hay recursos del
periódico, no de otras fuentes porque eso no sería ético, pero si hay buenos
recursos del periódico, con buenos periodistas, con el dinero suficiente para
uno poder movilizarse, trabajar, etc., las investigaciones resultan mucho
mejor, pero yo digo que más allá del dinero, es la responsabilidad del
periodista, es su ética, es su olfato para ver dónde está la noticia y los
verdaderos hechos de investigación y la otra cosa que me parece muy importante,
más allá del dinero, es el olfato, la credibilidad, el trabajo de investigación
del periodista, también la redacción de la nota, es decir uno puede tener una
muy buena nota, con una muy buena investigación, pero si no la redacta lo
suficientemente bien, la nota se cae, es decir hay que tener recursos de
investigador, digamos de sabueso, tener recursos estilísticos y literarios que
permiten que la nota, en la que se hizo tanto esfuerzo en investigación, tenga
una buena repercusión en el público porque salió bien redactada.
Las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación, principalmente la internet y las
redes sociales tiene ahora un papel protagónico en el periodismo, ¿qué cree
usted que se debe hacer para usar apropiadamente estas herramientas pero sin
dejar a un lado el trabajo de campo y evitar caer en lo que se ha denominado el
periodismo de escritorio?
Mire ese es un problema que yo aquí en los consejos de
redacción recomiendo no creerle a lo que se publica en internet, si usted tiene
algo que está en la internet, que no sea de un periódico, por favor empiece a
verificarlo todo, porque en internet cualquiera puede entrar y decir lo que le
dé la gana, entonces siempre recomiendo que hay que tener mucho cuidado con
esos medios, que van a hacer muy importantes en el futuro, cuando, primero,
haya una mayor reglamentación para acceder a publicar información segura y,
segundo, cuando haya más responsabilidad de la gente en publicar cosas, porque
el noventa por ciento de las cosas que nos llegan solamente un diez por ciento
sirve, de resto son insultos y muchísima basura que la gente pone y que mucha
gente se cree y esto es lo que le está haciendo mucho daño al público en
general y en este tema tenemos mucho por explorar y hay muchas vías sobre lo
que se publica en la redes, en ese sentido, el periódico y los medios
tradicionales como la televisión y la radio, siguen teniendo muchísima mayor
credibilidad y por esa credibilidad van a subsistir durante mucho tiempo más, a
pesar de la democratización de la comunicación en la internet.
La Silla Vacía, uno
de los portales web de investigación más respetados de Colombia, hace poco
público una nota de los periodistas regionales que inquietaban, digamos, a los
estamentos gubernamentales y usted fue referenciado por el Quindío en esa nota,
¿cómo llegar, mediante el trabajo, la ser un referente del periodismo dentro de
una región o un país?
Yo creo que eso es un trabajo de años, este año estoy
cumpliendo treinta y seis años en la comunicación, yo trabajo desde muy pelado
y creo que ha sido un trabajo de muchísimos años en un mismo comportamiento, es
decir ser muy juicios, ser muy ético, hacer mucha investigación, mejorar cada
día en el tema de escribir y redactar, que ahí está la clave, si usted redacta
muy bien y tiene buena información, la gente lo lee, aquí tenemos columnista
que traen muy buena información pero la redacción es regular entonces la gente
no los lee, o al contrario, hay gente que leen mucho y a pesar de que no traen
muy buena información, la redacción y el estilo es muy bueno, entonces yo creo
que es la combinación de las dos cosas y eso no se logra de la noche a la
mañana. Son muchos años siendo uno como referente y es un camino que se ha
ganado uno durante muchos años, yo creo que he ganado camino y llegado no a una
meta pero si a un punto donde hay credibilidad, la gente cree lo que yo escribo
y yo creo que ha sido un trabajo de todos los días en estos últimos treinta
años, leyendo, madrugando, yendo a las fuentes, consultando a las fuentes,
atendiendo a todo el mundo, diversificando fuentes, etc., hasta que uno llega a
un estado en el que es referente en un medio tan importante como lo es La Silla
Vacía.
Usted ha escrito
varios libros, ¿de qué manera se sirvió del periodismo para lograrlos?
Yo creo que los libros que yo he escrito son todo muy
periodísticos, desde el primero que escribí como en 1992 o 93, unos relatos de
historia y todo ha sido muy periodístico; yo he hecho otros libros de historia
y algunos de análisis político, pero realmente lo que me ha servido es el
periodismo, porque en el periodismo usted se vuelve un buscador de cosas, un
investigador, pero además un cuidador de la estética al momento de contar,
entonces todo ello ha hecho que uno se vuelva muy práctico y permita escribir
textos mucho más rápido y bien escritos que muchas otras personas, es la
carrera periodística la que me ha ayudado a escribir libros. La práctica hace
al maestro y la práctica del escritor está muy relacionado con la práctica
periodística.
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Para las elecciones de 2011, Miguel Ángel fue candidato a la alcaldía de Armenia por el Partido Verde, obtu- vo 8.079 votos. |
¿Por qué son
importantes las columnas de opinión para un periódico?
Por ejemplo nosotros tenemos a 32 o 33 personas que están
opinando sobre diferentes temas, porque los lectores no solo quieren ver
noticias, sino que quieren ver a gente opinando sobre las noticias o sobre los
hechos. Nuestra página de opinión ha
mejorado muchísimo, tiene muy buenos escritores, tiene gente de peso nacional y
que yo creo que está siendo seguida no solo a nivel local, sino nacional e
internacional, nosotros tenemos a mucha gente que nos escribe desde muchas
partes del mundo sobre nuestra página de opinión y creo que es muy importante
porque la gente tiene variedad, no solamente en las noticias sino en la opinión
de la gente y a veces la opinión orienta mucho más que la noticia.
Finalmente ¿qué le
aconsejaría usted a nosotros los jóvenes periodistas y a quienes están
empezando para realizar mejor su trabajo y para sobresalir más en este medio
tan competitivo?
Mire, el periodismo es una profesión, pero también es una
pasión, digamos que cuando se está en ésta actividad uno se casa con ella, uno
se casa con una mujer por pasión, por amor, yo he vivido mi vida en 18 horas
que le dedico al trabajo y las otras seis a mi casa, a mi esposa, mis hijos ya
están grandes y los mayores reclamos que yo recibo son de mi esposa porque
mantengo mucho más en el trabajo, en esta pasión tan grande que es el
periodismo, si usted descubre que no tiene pasión de esto, o sea de todos los
días y seguir a pie juntillas la tres recomendaciones de Kapuscinski, primero,
con esta profesión no vaya a creer que se va a volver rico, segundo,
actualizarse todos los días y tercero, sacrificar un poco de su vida personal,
porque el periodismo y la noticia no tienen un horario, entonces si usted
quiere ser bueno tiene que sacrificarse y tiene que sentir pasión y amor y yo
siempre he dicho que si hay una cosa extraordinaria en la vida es saber que
todo los días uno descubre, cuando leo un libro descubro algo y en el
periodismo se tiene que ser un lector consagrado, pero cuando hablo con alguien
sobre un hecho informativo descubro algo, entonces es la pasión de descubrir todos
los días algo y la pasión de contar bien contado ése algo que yo descubrí, si
uno está relacionado con ese tema de la pasión sobre muchas cosas, puede hacer
un buen periodismo, que le traiga a uno grandes satisfacciones y mucha lectura
y mucho juicio y muchísima disciplina y muchísima pasión por lo que se hace.